TU PELO LISO

Tienes el pelo liso,
Como liso es el viento.



No te gustan esas pecas que,
sobre el monte de tu nariz,
salpican pepitas de oro diminutas.



Por las mañanas arrullo tu cuerpo reposado.
Y te estrujo,y te tacto,
Y te huelo y hasta te estorbo.
Todos mis sentidos quieren un poco de ti.



El olor a café inunda la mañana, me miro, te admiro
y tu sonrisa me inunda,
¡tienes chocolate pegado a los labios!
Marta Alberca

A POR TODO

Me desnudo de ese caparazón de tortuga coja,
El que esconde mi tesón,

mis robustas piernas,
mis anchos tobillos.
mis muñecas frágiles.
Necesito que me veas fuerte,
para que me invada el ímpetu

que me permitió llegar alguna vez lejos.

Marta Alberca

REHENES DEL DESAMOR

Como un balón golpea un enorme cojín,
Y su golpe se amortigua,
La pelota cae exhausta,
Sin fuerza para responder,
Aunque fuere lanzada con ardor y agonía.

Las paredes de cal,
Con su dureza y sequedad,
Son un blanco fácil para jugar pelota,
Su trayectoria es igualatoria,
Su golpe certeramente vuelve,
Pero más vale apartar el paso a derecha o izquierda,
Para no curar una mancha violácea,
Junto al alma del tirador.

Ocurre que es más fácil lanzar la daga a un infeliz,
A un alma blanda y mullida,
Que la envuelve, la limpia y la devuelve brillante,
Abriendo la veda para la siguiente envestida,
Pero eso si de corazón.

Los elementos hercúleos y bien definidos,
Marcan con las líneas de sus músculos,
Las barreras infranqueables,
Para ciertas palabras tanto de amor como de tiniebla.

Marta Alberca

Watch your Thoughts, they become words.

Watch your Words, they become actions.

Watch your Actions, they become habits.

Watch your Habits, they become character.

Watch your Character, for it becomes your Destiny

LA CERVEZA Y EL POLEO

Mientras el cristal dorado
Reflejaba debajo de la espuma
Unas risas cadenciosas
O unos rostros abultados como colinas
El oscuro fondo edulcorado de mi café,
O no recuerdo si el verde menta de mi poleo,
Extrañaba tu compañía.
Y me acosté.

Marta Alberca

INESPERADA VISITA

Ayer todos mis monstruos salieron del cajón,
Nos buscaban.
Tenían las extremidades enfangadas y el pelo con polillas.
Su olor nauseabundo,
Su temerosa presencia,
Me tensaba las encías.

No os voy a dejar crecer, onerosos tiranos,
Voy a lastraros de plomo.
Para que vuestros pasos sangren resina,
Que pegajosa y aromática os aprese,
y perpetúe vuestro encierro.

No vais a revolotear por mi conciencia,
Arruinando estas rosas fragantes.

Mis ventanas están abiertas,
Mi casa ventilada,
Y no chocareis contra paredes untadas de desconfianza.

Mira, el miedo se esconde porque has llegado tu, mi tú
La rabia se deshizo con tu abrazo,
Las lágrimas han limpiado sus pisadas,
Y me siento pequeña por haber sido frágil,
Por haber dejado a estos seres visitar mi alcoba.

MARTA ALBERCA

NI DIEZ MINUTOS

Me encanta acariciar tus dedos,
Esas extremidades delgadas y elegantes,
Esas estrechas falanges que te prolongan,
Y últimamente despiertan tu alma de artesano.

Tus pies merecen un poema aparte,
Dibujan el paso sereno y constante con que recorres la vida.

Tu abrazo me consuela del sueño que me robas,
Tus besos me sorprenden en las esquinas de la casa,
En el umbral de mi descanso,
Me mimas los pechos.

Y no puedo estar separada ni 10 minutos,
De ese tú, tan unido a ti, junto a quien escribo mis días.

Marta Alberca Febrero 2007